lunes, 19 de mayo de 2014

Ahora toca relajarnos...

En una sesión de relajación, además de poner una música relajante para aclimatar el ambiente podemos organizarnos para hacer masajes. Es decir, los niños/as se colocaran por pareja y se darán mutuamente masajes cantando esta retahíla.

Antes de realizar los masajes con la retahíla, los niños/as deberán aprenderse la estrofa. Para ello, será la docente quien la recite haciendo inflexiones con la voz y los niños/as la repetirán. Una vez que la tienen aprendida podemos trasladarla al ámbito de la relajación.

Casco un huevo en tu cabeza (hacemos como si cascásemos un huevo sobre la cabeza del niño/a)
Casco un huevo en tu cabeza, cae la yemita (movemos los dedos por la columna)
Cae las yemita, suben las hormiguitas (movemos los dedos hacia arriba por la columna)
Suben las hormiguitas, bajan los elefantes (golpeamos levemente la espalda del niño con los puños cerrados)
Bajan los elefantes, pinto un paisaje (con las palmas de las manos se da un masaje por la espalda)
Con un solecito, (se acompaña con caricias suaves)
Con un pajarito, (ídem)
Con un arbolito, (ídem)
Con un conejito, (ídem)
Cae la noche (masaje por toda la espalda con la mano abierta)
Suben los vampiros, (se acompaña con caricias suaves)
Y te chupan la sangre (ídem)
Suben los vampiros (ídem)
Y te chupan la sangre (ídem)
Abro la ventana (se retira la ropa del niño y soplamos)

¡Y me dan escalofríos!”

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